Este 2018 de festivales y conciertos lo empecé de una manera atípica e inesperada: a mediados de marzo -en un arrebato de última hora- decidí ir por primera vez al Estereo Picnic, evento que se viene realizando en la Sabana de Bogotá desde 2010.
Había oído hablar de él, pero con menos interés que con Rock Al Parque -el otro gran festival de Bogotá-, ya que sus carteles suelen ser más eclécticos y enfocados a otra clase de público, pero bueno, me pareció interesante la oportunidad de ver a Gorillaz y The Killers en un festival latinoamericano convertido en una especie de mini Lollapallooza, ya que compartieron varios artistas.
Viernes 23. La jornada empezó con el lento intercambio de tickets por pulseras y descubrir que el pack Budweiser no valía la pena: un poncho para la lluvia permeable, dos cervezas para todo el festival y un área reservada que no tenía nada de VIP en su escenario a cambio de demasiados pesos. El primer artista que vimos fueron los californianos de The Neighbourhood (The NBHD). De ellos conocía un par de canciones de mis listas indie: Sweater Weather y Afraid. La banda suena bastante bien, pero su cantante -Jesse Rutherford- a pesar de su pinta punk, totalmente tatuado y con peso de junkie, no se defiende muy bien que digamos con su voz. Aquí les dejo el setlist completo.
Visitamos otro escenario para ver un rato a los folks alemanes Milky Chance. Bastante entretenido lo que vimos y seguimos con la segunda presentación de Lana del Rey en la historia de este festival. Los acordes de Experiment in Terror de Henry Mancini -La Pantera Rosa- daban inicio a esta neoyorquina establecida en Los Ángeles. Con un encanto particular empezaría su show en el marco de la gira LA to the Moon con 13 Beaches de su más reciente álbum, Lust For Life de 2017 y su estilo Pop «inteligente» que se mueve en diferentes variaciones con un toque por la nostalgia de los 50s y 60s. Con el fondo del escenario mostrando una tranquila playa la escucharíamos acompañada siempre de un par de coristas con su repertorio destacando las archiconocidas Video Games -canción con la que se dio a conocer- y Summertime Sadness -tema que recorrió el mundo-. Aquí les dejo el setlist completo de una presentación que resultó agradable y una grata sorpresa para mi.
Unos minutos después llegó uno de los platos fuertes del festival, directo de Las Vegas, The Killers. Esta es la segunda oportunidad que tengo de verlos, la primera fue en Miami en 2009 en plena gira del Day & Age -algo difícil de superar-. Sin embargo allí estaba para ver el show de Brandon Flowers, uno de los grandes frontman de la escena actual. No fuma, no bebe, no anda con groupies. Cantando parece un predicador clamando sus canciones al público. Pero qué carisma y voz se gasta, sigue impecable nueve años después. Esta gira promociona el álbum Wonderful Wonderful de 2017 del que arrancaron con la canción The Man. Sin dar mucho chance para relajarse siguieron con las poderosas Somebody Told Me y Spaceman, el público enloqueció cantando y brincando. Con un par de discos más a cuestas el setlist sería más variado que en el 2009, lo cual no es necesariamente de mi agrado, prefiero el trabajo de esta gente al principio de su carrera. Aquí les dejo el setlist completo. De algo me percaté apenas se montaron en tarima y es algo no necesariamente conocido por el resto del púbico: de los integrantes sólo estaban Brandon y el baterista Ronnie Vannucci Jr. El guitarrista Dave Keuning y bajista Mark Stoermer no participaron en esta gira. Siguen en la banda pero buscaron reemplazos para estos shows en vivo. Los suplentes, Ted Sablay y Jake Blanton respectivamente, hicieron un buen trabajo, pero no es lo mismo. Vino un momento especial en la noche, preguntaron quién entre el público quería pararse a tocar la batería, lo hicieron dos. El primero lo intentó pero no pudo ni arrancar, luego apareció «Andrés de Bucaramanga» y se comió el show. No sólo tocó For Reasons Unknown con pocas fallas sino que incluso posó para la cámara. Gran recuerdo que se llevó. Posteriormente seguiríamos escuchando más buenas piezas como Human, A Dustland Fairytale, Runaways, Read My Mind y All These Things That I’ve Done. Llegó la hora del encore, Brandon ahora viste un traje claro y brillante -un poco a lo Elvis-. El público ya estaba un poco agotado hasta que Brandon preguntó si queríamos que siguieran tocando y avisó que quedaba una más; arrancaron los acordes de Mr. Brightside: euforia colectiva a pesar de la pertinaz lluvia que nos acompañó durante toda la velada, fuegos artificiales y hasta mañana.
El Sábado 24 nos lo tomamos con mucha calma. Sólo teníamos un artista pendiente en la lista por ver así que nos dedicamos a caminar el recinto del festival, probar comidas -bastante buenas y a precio razonable- y escuchar de lejos algunas presentaciones. Los festivales suelen ser extenuantes -más si son pasados por agua- así que tocaba racionar energías para el domingo. Mientras hacíamos fila para comprar una hamburguesa escuchábamos el Hip Hop old school de De La Soul. Luego escuchamos tirados en una tumbona a los bogotanos de Bomba Estéreo -pusieron a todos a bailar-. Después fuimos un rato a la fiesta que montaron los suecos de Galantis, un par de DJs que hacen la percusión en vivo con resultado bien divertido.
Nos movimos nuevamente buscando tomar un buen puesto para ver a Gorillaz, la banda virtual del cantante de Blur -Damon Albarn- y el caricaturista Jamie Hewlett. De los músicos en vivo originales sólo queda el tecladista Mike Smith. Por allí pasaron un ejército de vocalistas, De La Soul y la colombiana Kali Uchis -mostrando media nalga- entre ellos, ya que se habían presentado más temprano y tienen colaboraciones con Albarn quien constantemente se comunicó con el público, a veces a través de un rudimentario español. Se escucharon canciones como 19-2000, On Melancholy Hill -mi favorita de la banda-, Feel Good Inc. y cerraron con su primera y más importante pieza, Clint Eastwood. Aquí les dejo el setlist completo. Vimos una parte del concierto dentro del mosh y otra desde afuera: el ambiente frío -Albarn lo compararía con el de su natal Londres- y lo calmado de la mayoría de su música invitaba a relajarse y disfrutar el show cómodamente. Así cerramos el segundo día de festival.
Llegamos recuperados para el Domingo 25, el día más rockero del festival. Por despiste nos perdimos Diamante Eléctrico. Los bogotanos hacen buen garage rock, ya son bien conocidos fuera de Colombia y fueron acompañados por la leyenda de ZZ Top Billy Gibbons. Así que arrancamos este día con el dúo británico Royal Blood. Les invitamos a que escuchen su música y sepan que son sólo dos músicos: Mike Kerr en las voces y bajo -bien distorsionado- y Ben Thatcher en la batería y ¡Vaya escándalo arman en tarima! Hacen una mezcla de rock duro con garage y toques de stoner. Con sólo dos discos a cuestas escuchamos un mezclado de ambos en donde destacan canciones como Little Monster, Figure It Out y Out Of The Black. Aquí les dejo el setlist de uno de los toques que más disfruté del festival.
Después del respectivo café de la tarde veríamos un rato a los mexicanos de Zoé. Doble batería, guitarras de 12 cuerdas, bajos de 6… todo un contraste con la banda anterior que sin embargo, para mis gustos, no se traduce en algo mejor o más entretenido. No siempre hace falta tanta parafernalia para hacer buena música y la banda no me impresionó particularmente. Del setlist sólo había escuchado Labios Rotos y no estuvo mal. Circulamos por varios escenarios para ver brevemente a The Nationals -el mal llamado Radiohead norteamericano- (setlist), otro rato a los venezolanos de La Vida Bohème y finalmente a LCD Soundsystem. A estos últimos los vimos de lejos, comiendo mientras tocaban Daft Punk Is Playing At My House, I Can Change, Someone Great y Dance Yrself Clean (setlist).
Así cerramos el primer concierto y festival del año. Estaremos pronto transmitiendo.
Escrito por FUShoots. Edición de texto por Lastmario.
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