Estuvimos visitando los Emiratos Árabes Unidos a finales de verano durante tres días en los que hicimos turismo en Dubái y Abu Dabi. Volvimos deslumbrados por su pujante actividad económica, civismo, atractivos turísticos y la mezcla de lo tradicional con lo moderno. Aquí les dejamos nuestra experiencia.
Jueves de turismo en Abu Dabi.
Tomamos un vuelo nocturno de Madrid a Dubái con Emirates. Aterrizamos a las 7:15 a.m. y ya durante el proceso de migración tuvimos la primera muestra del contraste de mundos que experimentaríamos en este viaje. Nos atendió una funcionaria de migración a la que solo le pudimos ver los ojos debido a su vestimenta. Registró nuestra cara en el sistema y nos entregó una SIM telefónica a cada uno, válida por 24 horas.
Recogimos el auto de alquiler que usaríamos este primer día de viaje y nos fuimos a casa de los amigos que nos recibieron estos días. Al llegar, desayunamos algo típico venezolano: arepas con perico.
Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a Abu Dabi. Hora y media de autopista después e impresionados por la cantidad de cámaras de velocidad y grúas de construcción, llegamos a nuestro destino.
Gran Mezquita Sheikh Zayed en Abu Dabi.
Nuestro primer objetivo del viaje era la Gran Mezquita Sheikh Zayed. Con 82 cúpulas es una de las más grandes del mundo, y fue nuestra excusa para visitar Abu Dabi.
Habíamos hecho la reserva gratuita para entrar a la mezquita a través de la web, aunque nos advirtieron que en momentos de alta demanda es posible que esta opción no esté disponible.
Nos ocurrieron algunas cosas graciosas. Primero, ruteamos mal, ya que existe otra mezquita en Abu Dabi con prácticamente el mismo nombre, pero sin el “Gran”. Luego, al llegar a la correcta, caminamos un buen rato en dirección a la mezquita antes de que un carrito de seguridad nos ofreciera llevarnos a la entrada. Resulta que nos habíamos estacionado justo al lado.
El acceso a la mezquita se realiza de forma subterránea a través de una cúpula entre los estacionamientos. Unas escaleras eléctricas bajan a una especie de centro comercial donde se puede comer y comprar regalos y ropa.
Nos preparamos con el atuendo adecuado para entrar, respetando el código de vestimenta: mi esposa debía cubrirse por completo, excepto la cara. En este lugar pudo hacer los últimos ajustes bajo la mirada de los funcionarios encargados de verificar este requisito.
Luego empezamos a caminar por un enorme túnel que conduce directamente a la entrada de la mezquita. Todo está diseñado para recibir multitudes y evitar que los visitantes estén expuestos al clima desértico.
Nos maravillamos con la visual apenas salimos a la superficie. El lugar es impresionante. Una vez dentro, no dejamos de admirar los elaborados tapices, las lámparas gigantes, los intrincados grabados en las paredes y techos, los aditamentos dorados y la luminosidad que baña el lugar.
Hay algunos carteles explicativos sobre la funcionalidad de cada espacio y sobre los elementos que allí se encuentran. Seguridad por doquier restringía el acceso a ciertos espacios.
Además de la belleza del sitio, también percibimos una profunda sensación de paz, algo común en muchos templos religiosos.
Terminamos el recorrido y regresamos al mini mall, donde vimos los regalos disponibles y aprovechamos para comer una hamburguesa. Nuevamente, apreciamos el contraste entre lo tradicional y lo moderno.
Más lugares interesantes de Abu Dabi.
Después, dimos una vuelta en auto por algunos de los lugares más emblemáticos de Abu Dabi, el emirato donde se encuentra la presidencia del país.
Pasamos por la hermosa rotonda Falcon Circle antes de llegar el palacio presidencial Qasr Al Watan, al que no entramos por falta de tiempo. Sí nos detuvimos a tomar fotos de los impresionantes edificios de oficinas y hoteles en la zona.
En la Isla de Saadiyat está el Distrito Cultural. Allí observamos a la distancia varios museos, el Louvre Abu Dabi y las obras en construcción del Zayed y el Guggenheim.
Intentamos visitar la Emirates Heritage Village, pero llegamos justo cuando estaban cerrando a las 4 p.m., así que decidimos regresar a Dubái.
Teníamos planeado llegar alrededor de las 5:30 p.m., pero nos retrasamos por un inconveniente con el auto. Afortunadamente logramos solucionarlo, aunque nos quitó algo de tiempo. Repostamos combustible (muy económico) y devolvimos el auto.
Finalmente llegamos a casa de nuestros amigos, quienes ya nos tenían lista una cena deliciosa con comida árabe: hummus, tabulé, falafel y shawarmas. ¡Todo exquisito!
Viernes de turismo en Dubái.
Nos levantamos temprano, desayunamos arepas nuevamente y, ya sin el auto de alquiler, nuestros amigos nos dieron un aventón mientras iban al trabajo. Por el camino observamos nuevamente una enorme cantidad de grúas de construcción y, al fondo, el downtown de Dubái con su icónico Dubai Frame.
Nos dejaron en el Museo del Futuro, una estructura impresionante que destaca en el paisaje urbano. Aunque entramos al lobby y vimos un mini zeppelin volando, decidimos no recorrer el museo para aprovechar el tiempo en otras actividades.
Mercado de Especias y Oro.
Tomamos un taxi hacia el Zoco de Especias y el Zoco de Oro, dos mercados tradicionales. Nos impresionó el anillo de oro más grande del mundo, certificado por el libro Guinness.
Aquí se encuentran joyas impresionantes, incluyendo vestidos de oro, ya que es una costumbre regalar oro en esta cultura. Eso sí, hay que estar preparados para lidiar con los vendedores persistentes.
Vecindarios históricos de Dubái.
De allí nos dirigimos de nuevo en taxi hacia el Al Fahidi Historical Neighbourhood, que se encuentra en proceso de renovación. Sin embargo, algunos restaurantes y galerías de arte están abiertos.
Nos tomamos un café en el MAZMi Coffee & More, a la orilla del Estuario de Dubai. Para llegar, pasamos junto al Museo de Dubái (en reformas) y atravesamos un mercado en el que hicimos algunas compras, practicando el regateo.
Luego fuimos a otro vecindario histórico, Al Seef. Allí tomamos fotos de la arquitectura tradicional árabe también a orillas del estuario. Después, regresamos a casa para almorzar.
Tarde de playa y barbacoa.
Por la tarde visitamos la Palma Jumeirah, una urbanización en forma de palmera construida sobre el mar. La forma del lugar se aprecia mejor desde el aire.
Luego nos dimos un chapuzón en las aguas del Golfo de Arabia, también conocido como Golfo Pérsico, en la Jumeirah beach, cerca del icónico Burj Al Arab, el edificio en forma de vela. Blancas arenas y agua calentita. Estuvimos un buen rato, vimos caer el atardecer, nos duchamos y nos fuimos.
Después visitamos el Dubái Mall, ubicado junto al Burj khalifa, el edificio más alto del mundo, para disfrutar del show de agua y luces de la Fuente de Dubái.
Cerramos el día con una barbacoa en casa, donde comimos cordero y picanha. Nos quedamos hasta tarde charlando, tomando té y jugando Uno con nuestros amigos.
Sábado de desayuno turco y desierto de Dubái.
Nos levantamos tarde, pero a tiempo para disfrutar de un desayuno típico turco en el Kapadokia Turkish Kitchen. Totalmente recomendado.
Por la tarde hicimos una excursión al desierto donde paseamos en ATV, hicimos sandboard en las dunas, montamos camellos y disfrutamos de un espectáculo beduino en el campamento Al Khayma Heritage.
Nos recibieron con agua de rosas para las manos y dulces típicos elaborados allí mismo: unas masitas fritas dulces llamadas luqaimat y un pan tradicional emiratí con queso llamado regag.
Después nos dieron de entrada un pequeño shawarma con carne de cordero y una sopita de garbanzos llamada shorbat. Nos ubicaron en nuestra mesa y comeríamos sentados sobre unos pufs, todo en círculo alrededor de un escenario.
Tomamos té negro con menta servido de una forma espectacular, mientras las chicas se hacían un tatuaje de henna en las manos.
Luego llegó el momento de la abundante comida: un buffet con una amplia selección de platos árabes, asiáticos, emiratíes, marroquíes, y una deliciosa barbacoa con pollo y cordero.
Finalmente, disfrutamos de los espectáculos que incluyeron primero un derviche girando en su tradicional danza, luego una bailarina, y un impresionante acróbata del fuego para cerrar.
Tuvimos un tiempo libre para observar las estrellas, aunque no fue como esperábamos debido a las nubes y la luz residual en el área. Sin embargo, pudimos ver de cerca la luna, lo cual sirvió como consuelo. Cinco minutos de reflexión cerraron esta satisfactoria experiencia en el desierto.
Desayuno en Dubai Hills Mall y regreso a Madrid.
El domingo desayunamos al estilo francés en el Dubai Hills Mall, nos despedimos de nuestra gente y tomamos un taxi al aeropuerto para regresar a Madrid.
Recomendaciones de Turismo en Dubái y Abu Dabi:
Clima: Los Emiratos Árabes Unidos tienen clima desértico, con dos estaciones: verano (de mayo a octubre) e invierno (de noviembre a abril). Eviten viajar en verano debido al calor extremo.
Vestimenta: Vistan como deseen, pero recuerden respetar el código de vestimenta en lugares religiosos.
Datos móviles: El roaming es caro. Les recomiendo comprar una eSIM si tienen un móvil compatible.
Taxis: Usen la aplicación Careem para mayor comodidad y mejor precio.
Forma de pago: No necesitamos efectivo en ningún momento y las propinas son opcionales.
Idiomas: El inglés es ampliamente hablado.
Seguridad: El lugar es muy seguro, vigilado con cámaras y tecnología de inteligencia artificial.
Así fue nuestra experiencia de turismo en los Emiratos Árabes Unidos, Dubái y Abu Dabi.
Nuestra experiencia en los Emiratos Árabes Unidos, explorando las maravillas de Dubái y Abu Dabi, fue una fascinante mezcla de modernidad y tradición, lujo y cultura. Desde la majestuosidad de la Gran Mezquita Sheikh Zayed hasta las deslumbrantes luces del Burj Khalifa, cada rincón de este país ofrece algo único para quienes buscan una aventura inolvidable.
A lo largo de nuestro viaje fuimos testigos de cómo estos dos emiratos han logrado un equilibrio entre preservar sus raíces culturales y abrazar un futuro innovador. Sin duda, es un destino que recomendaríamos a cualquier viajero, tanto por su hospitalidad como por la diversidad de experiencias que ofrece.
Escrito por FuShoots editado por LastMario.
Otros destinos en verano.
Baviera en verano: Linderhof, Neuschwanstein, Dachau y Múnich.
Picos de Europa en Verano: 4 Días desde Cangas de Onís a Potes.
Norte de Italia: Bérgamo, Verona, Padua, Milán y Como.