austria navidad viena hallstatt salzburgo

Visitando Austria en Navidad: Hallstatt, Salzburgo y Viena.

Visitamos por primera vez Austria este pasado diciembre. Aprovechamos la época de Navidad para conocer su capital, Viena, una de sus ciudades más importantes, Salzburgo, y uno de sus pueblos más fotogénicos, Hallstatt. Aquí les traemos nuestra experiencia.

Llegando a Austria en Navidad.

Aterrizamos en el aeropuerto de Viena (Wien) y fuimos a comprar un boleto para el tren S7, la opción económica para salir del aeropuerto en dirección al centro. Eviten el City Airport Train (CAT) ya que es más caro y no agrega valor.

Estábamos un poco perdidos en la máquina expendedora, pero una simpática canadiense que estudia en esta ciudad nos ayudó. El transporte no nos pareció particularmente caro; hay opciones de boletos para varios pasajeros, por horas, días, etc..

Viena, ciudad imperial.

Primeros momentos en Viena.

Ya habíamos estado bajo ligeras nevadas en ciudades, y visto y tocado nieve en las montañas, pero nunca en una ciudad, y menos en la cantidad que encontramos en este momento. Una nueva experiencia.

Teníamos una reserva para un famoso restaurante que lleva décadas preparando el schnitzel (escalope a la vienesa). La comida estuvo bien, pero la atención en la entrada fue tan terrible que no podemos recomendar el Figlmüller at Wollzeile. Si de igual forma quieren hacer ese check, les sugerimos que reserven con semanas de antelación o vayan a la sucursal más grande y moderna.

De aquí nos fuimos a tomar un café, algo necesario en Viena por el espectacular ambiente de sus cafeterías, ya centenarias algunas; pero eso sí, no esperen una bebida sobresaliente. Café Hawelka fue la primera. Excelente strudel de manzana (apfelstrudel).

Tomamos rumbo a nuestro hotel. Escogimos uno cerca de la estación de tren para poder ahorrarnos algo de tiempo el día siguiente. La vista desde nuestra habitación con los alrededores totalmente nevados resultó cautivante.

Paseando por Viena.

No esperamos mucho porque con el atardecer a las 4 p.m. hay que aprovechar la luz del día lo máximo posible y volvimos a salir. Fuimos al Palacio Belvedere (Schloss Belvedere); de estilo barroco, alberga una extensa colección de arte. En un costado organizan un mercadillo navideño, así que este fue el primero que visitamos durante el viaje.

Desde aquí empezamos a caminar. Pasamos por el majestuoso monumento a los Héroes del Ejército Rojo (Denkmal zu Ehren der Soldaten der Sowjetarmee) y llegamos a la iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche). Con sus dos impresionantes columnas al frente resulta una vista maravillosa.

La iglesia se encuentra en un costado del Resselpark. Allí se estaba realizando el Art Advent, un tradicional mercadillo navideño enfocado en el arte y productos de proximidad. Por supuesto, nos acercamos para ver sus pequeñas tiendas.

Viena de noche en Navidad.

Seguimos nuestro paseo; ya hacía un buen rato que había oscurecido y las decoraciones navideñas se tornaban protagonistas de la noche.

Llegamos al centro de Viena y admiramos el exterior de algunos interesantes edificios, como la Ópera Estatal de Viena (Wiener Staatsoper), los museos Sisi (Sisi Museum) y Albertina, el teatro Burgtheater, y desde lejos ya distinguíamos el Ayuntamiento de Viena (Rathaus der Stadt Wien). Ese era nuestro destino.

Siguiendo la tradición del centro de Europa, el principal mercadillo navideño de Viena está en su Rathausplatz. Probamos el vino caliente (Glühwein), comimos salchichas y disfrutamos del ambiente. El Ayuntamiento (Rathaus) es imponente, como casi todo en esta ciudad imperial.

El frío apretaba y la noche cerrada invitaba a refugiarse temprano, de modo que volvimos a nuestro hotel. Nos esperaba una larga jornada al día siguiente.

Hallstatt en Navidad, Austria.

De Viena a Hallstatt.

Nos levantamos temprano, recogimos nuestras cosas y nos fuimos andando a la estación de tren. Desayunamos algo allí mientras esperábamos nuestro tren a Hallstatt.

Luego de un poco más de tres horas durante las que atravesamos media Austria llena de bellos paisajes nevados llegamos a la estación de tren de Hallstatt, a un lado del lago Hallstatt (Hallstätter See). Aquí tocaba esperar el bote que nos llevaría al idílico pueblo de Hallstatt.  

Hallstatt es una aldea en la región austríaca de Salzkammergut, a orillas del lago homónimo. El pueblo es patrimonio mundial de la UNESCO y es conocido por sus pintorescas casas de madera, así como por el impresionante paisaje de sus minas de sal.

Es posible llegar en bus directamente al pueblo, pero recomendamos la opción del tren y el bote no sólo porque el paisaje bien lo vale, sino porque el acceso en bus es limitado ya que los lugareños están un poco hasta la coronilla de los turistas.

Hallstatt, Frozen y la limitación al turismo.

La aldea de Hallstatt inspiró el escenario de la película Frozen, especialmente el reino de Arendelle. Las casas de madera, el paisaje montañoso y el lago se asemejan mucho a lo que se ve en la película. Incluso la iglesia de Hallstatt se parece a la iglesia de Arendelle.

Esto ha llevado a que sean visitados anualmente por una absurda cantidad de turistas, sobre todo asiáticos, habiendo alcanzado un incómodo pico justo antes de la pandemia del COVID-19.

Algunos habitantes se oponen al turismo, como la pobre gente que vive justo al frente del punto desde el que se toma el famoso selfie de Hallstatt. A raíz de todo esto ha habido protestas y se tomaron algunas medidas para restringir la llegada de buses. También observamos que no había mercadillo navideño y que las decoraciones de las casas eran, en general, discretas.

El turismo representa un importante porcentaje del PIB del país y a regañadientes lo toleran. En general, el servicio y atención al cliente en Austria, según nuestra experiencia, son deficientes. Eso sí, hay turistas que se lo merecen. En el caso de Hallstatt, llegamos a ver a algunos metiéndose en jardines de casas y haciendo ruido.

Además, creemos que los turistas, fuera de comportarse decentemente, pueden aportarle algo a quienes les atienden, y no nos referimos sólo a la propina.

Primeras impresiones de Hallstatt.

Hallstatt es una belleza, y nevada, aún más.

Fuimos a dejar nuestro equipaje al hotel y salimos en búsqueda de un lugar para comer. Lo hicimos en el Restaurant am See (Restaurante Junto al Lago). Nos atendieron bien, la anfitriona es una crack que habla varios idiomas. La comida estuvo interesante: entre lo que pedimos estaba el salvelino (Saibling), un pez parecido al trucha pescado allí mismo.

Caminamos todo el pueblo, literalmente, y regresamos al hotel para hacer check-in.

Volvimos a salir por el café y torta (Kaffee und Kuchen) que estuvieron bastante bien en este lugar. Nos explicaron de qué era cada torta y nos decidimos por la de amapola. Como al terminar llevamos nuestro plato de vuelta a la barra, nos premiaron dándonos unos consejos turísticos; el mejor fue el que nos llevó a vivir esa misma noche algo que no esperábamos: el Krampus. A esto nos referimos con retribuir el servicio.

El Krampus en Hallstatt.

Krampus es una criatura mitológica mitad cabra, mitad demonio, que castiga a los niños malos en Navidad y les aterroriza con su aspecto horrible, cadenas y azotes. A veces se lleva a los niños traviesos en su saco.

Es la contraparte oscura de Santa Claus, y su leyenda proviene de los países alpinos de Europa. En los últimos años, Krampus ha ganado popularidad en películas, series y eventos festivos.

En Hallstatt la tradición del Krampus está muy viva. El 5 de diciembre, la Krampuslauf (carrera del Krampus) llena las calles del pueblo con aterradores Krampus que persiguen a los niños, y no tan niños.

Disfrutamos un montón con esta actividad. Nos llamaron la atención el montaje de fuegos artificiales, el sonido, y las imágenes proyectadas en la plaza del pueblo. Lo más divertido fue ver como los Krampus andaban entre la gente y de vez en cuando azotaban las piernas de alguien con una especie de látigo; a mi me tocó un par de veces y no fueron precisamente caricias lo que me dieron.

Últimos momentos en Hallstatt y parada en Attnang-Puchheim.

Nos levantamos temprano al día siguiente. Nuestro tren salía a las 10:30 a.m., así que teníamos tiempo para desayunar y salir a dar una vuelta antes de irnos. Había nevado buena parte de la noche anterior y la aldea estaba aún más bonita.  

Llegó nuestro tren y tomamos rumbo a Salzburgo. El itinerario incluía un cambio de tren a mitad de camino, en Attnang-Puchheim.

Hubo un retraso con el segundo tren. Lo que en principio iba a ser cosa de diez minutos pasó a ser casi una hora, así que decidimos salir a dar una vuelta. No vimos mayor cosa, pero si aprovechamos para un Kaffee und Kuchen en la pastelería Cafe Konditorei Eisner.

Aquí tuvimos una experiencia menos turística, pues el inglés de los dueños del lugar era bastante básico y no están acostumbrados a lidiar con turistas. Por otro lado, fueron amables y la cuenta fue la más barata de todo el viaje.  

Salzburgo, la ciudad de Mozart, en Navidad.

Paseando por Salzburgo, Austria.

Finalmente llegamos a Salzburgo (Salzburg) y fuimos directamente a nuestro hotel, Guest house in the seminary Salzburg (Gästehaus im Priesterseminar Salzburg). Este interesante y antiguo lugar cuenta con habitaciones cómodas pero austeras, lo cual le da un toque especial.

Salimos a caminar. Pasamos por el jardín Mirabellgarten, la residencia de la familia Mozart (Mozart-Wohnhaus) y cruzamos el río Salzach a través del puente Marko-Feingold-Steg para llegar al centro histórico de la ciudad (Altstadt Salzburg).

Transitamos la popular calle comercial Getreidegasse, donde se encuentra el lugar de nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, uno de los compositores más prolíficos, versátiles y populares de todos los tiempos. Seguimos andando y vimos interesantes lugares como la Plaza de Mozart (Mozartplatz) y la Catedral de Salzburgo (Katholische Kathedrale). Pasamos por un lado del principal mercadillo navideño de la ciudad y llegamos a la Kapitelplatz, donde podrán entretenerse tomando fotos a la escultura Goldene Kugel (Balón De Oro).

Desde este lugar se puede apreciar la montaña sobre la que reposa la imponente estructura de la Fortaleza de Hohensalzburg (Festung Hohensalzburg). Hay un funicular para subir hasta allí, aunque también lo pueden hacer a la antigua, andando por un sinuoso y empinado camino.

Cambiamos de rumbo y llegamos hasta la Abadía de Nonnberg (Stift Nonnberg) desde cuya altura tuvimos una interesante vista panorámica de la zona residencial de Nonntal y de la Altstadt. Llegamos hasta el cruce que nos podía llevar hasta la fortaleza, pero priorizamos regresar al hotel para descansar un poco.

De noche en Salzburgo.

En la noche volvimos a salir. Nos esperaban unos amigos que viven cerca de la frontera con Suiza y se habían acercado a Salzburgo para saludarnos. Cenamos juntos en el Zum fidelen Affen, lugar en que disfrutamos la mejor experiencia gastronómica de este viaje. Después fuimos a tomarnos un Glühwein al mercadillo navideño y nos despedimos hasta la próxima. Gente muy agradable.

De vuelta a Viena desde Salzburgo.

Nos levantamos temprano para desayunar en el hotel. Vale destacar que, según nuestra experiencia, el desayuno típico consta básicamente de panecillos, huevos, mermeladas, embutidos variados, quesos y tartas. La oferta de este hotel fue de lo mejorcito que probamos.

Nos dirigimos a la estación a esperar el tren de vuelta a Viena y luego de dos horas y media de espectaculares paisajes nevados estábamos de vuelta en la capital de Austria. Fuimos a nuestro hotel (Suite Hotel 900m zur Oper) y amablemente nos permitieron hacer early check-in. Nos acomodamos y, para variar, salimos a pasear.

Más de Viena, Prater y Palacio de Schönbrunn.

Aprovechamos primero para tomarnos un café, esta vez en el Café Sperl. Buen café, bonito lugar y excelente atención, de lo mejor en Viena. Estuvimos un rato allí y nos dio hambre; comimos un ramen que estaba buenísimo aquí, casi al lado.

Fuimos a conocer el Prater, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo. En esta estación la mayoría de sus atracciones están cerradas, con lo cual pierde atractivo al visitarlo en invierno.

Nos desplazamos hasta el espectacular Palacio de Schönbrunn (Schloss Schönbrunn), uno de los lugares más visitados de Viena. Aquí dimos una vuelta por el mercadillo navideño que se realiza en los alrededores del palacio.

De noche por el centro de Viena, Austria en Navidad.

Ya con la noche invernal sobre nosotros, fuimos al centro de Viena. Anduvimos por sitios que ya habíamos conocido de día, obteniendo así la experiencia completa. La Iglesia Católica de San Pedro (Katholische Kirche St. Peter) lucía espectacular con el alumbrado navideño.

Por aquí aprovechamos para probar algo que teníamos en lista, el Kaiserschmarrn (la tontería del emperador), postre típico austríaco con una interesante historia tras de sí. Lo hicimos en el famoso Café Demel, pero sin necesidad de entrar pues cuentan con un puesto de venta justo en la entrada.

Algo que vimos por aquí, y que pasa un poco inadvertido para los visitantes, es el Stock-im-Eisen (bastón de hierro). Se trata de una sección de árbol que por siglos fue llenándose de clavos para la buena suerte; aquí pueden ahondar en la historia.

Últimas horas en Viena.

Regresamos a la zona del hotel y buscamos un lugar para cenar. Lo hicimos en un bonito lugar cerca de allí (Cafe Wortner), pero la experiencia no fue muy buena: prácticamente tuvimos que rogar para que nos atendieran.

A la mañana siguiente aprovechamos que teníamos algo de tiempo antes de ir al aeropuerto y fuimos a desayunar al archiconocido Café Sacher Wien, célebre por su invención de la torta Sacher. Tuvimos “suerte” porque en este lugar se forman unas espectaculares filas para entrar, pero temprano en la mañana es relativamente fácil encontrar mesa. La experiencia fue bastante mala a nivel del servicio y la calidad fue poco más que normal.

Comentarios finales de visitando Austria en Navidad: Hallstatt, Salzburgo y Viena.

Visitamos Austria en Navidad por primera vez y nos vinimos satisfechos. No todo fue perfecto, pero lo bueno superó en creces a lo no tan bueno.

Viena, Hallstatt y Salzburgo son lugares encantadores que recomendamos plenamente visitar, sobre todo en la época decembrina.

Nos gustaría volver a Viena para conocer sus principales museos, algunos de ellos ubicados en los palacios que vimos, disfrutar de la ópera y volver a ser niños en el Prater en primavera o verano.

Hasta la próxima.

Escrito por FUShoots y editado por LastMario.

Otros destinos turísticos en Navidad:

Visitando Venecia en Invierno.

Mercadillos Navideños Alemanes en Hamburgo y Bremen.

Viajar a Budapest.