Venecia, la ciudad de los canales, es uno de los destinos turísticos más importantes del norte de Italia y del mundo. Estando en nuestra lista de deseos desde siempre, aprovechamos este pasado diciembre de 2022 para visitarla en invierno. Aquí les traemos nuestra experiencia.
¿Por qué visitar Venecia en invierno?
La temporada alta en Venecia se divide en dos: carnaval, por su mundialmente conocida celebración, y vacaciones de verano. Todos sabemos lo que significa estar en un destino así en esta época: precios más altos, gente por doquier y atención deficiente, entre otros pesares.
Decidimos ir a Venecia en invierno porque evitaríamos todo lo anterior. Sin embargo, corrimos el riesgo de tener lluvias (afortunadamente no sucedió) y pasar frío (para esto existe la ropa de invierno).
Ir lo antes posible a Venecia se volvió un objetivo para nosotros porque es un sitio condenado a desaparecer por el aumento del nivel de los mares. Por otra parte, hemos leído sobre posibles restricciones para limitar el turismo en estas islas.
Dónde nos hospedamos en Venecia.
En nuestros paseos solemos ahorrar en hospedaje -el baño privado nunca es negociable-, pero esta vez quisimos aprovechar la temporada baja alojándonos en un lugar bonito y céntrico.
Lo hicimos en el centro histórico, en San Marcos, zona que aglutina más atracciones turísticas, restaurantes y tiendas en menos espacio. El hotel escogido fue el Dona Palace, queda a un par de manzanas de la Plaza San Marcos y se los recomendamos ampliamente.
Llegada y salida de Venecia en invierno.
Viviendo en Madrid, tomamos un avión con destino al aeropuerto Marco Polo (en honor al notorio viajero veneciano) que sirve a la ciudad de Venecia. Para salir de allí y llegar a nuestro destino final teníamos dos opciones: tomar un bus y después atravesar una parte de la ciudad a pie o tomar uno de los transportes acuáticos que salen del aeropuerto y te dejan directamente en la parte turística.
Nosotros tomamos el bote. Habíamos comprado los tickets por internet aunque en temporada baja no parece necesario, y luego de aproximadamente una hora de trayecto llegamos a San Marco. Esperábamos tener algún tipo de vista durante el viaje pero no fue así, ya que la posición dentro del bote no permite observar gran cosa hacia afuera a menos que se vaya de pie.
Por este motivo, de regreso decidimos tomar un bus. Para ello caminamos hasta la parada en Piazzale Roma en Santa Croce (30 minutos andando desde la Piazza San Marco) y después de pasar un largo puente que une a esta isla con tierra firme, llegamos al aeropuerto en 30 minutos más. Aprovechamos para andar por donde no lo habíamos hecho (el distrito de San Polo) y ahorramos alguito de dinero.
Nuestra opinión sobre la cocina veneciana.
Luego del trayecto en bote desde el aeropuerto hasta San Marco buscamos de inmediato en donde comer, desde hacía rato teníamos hambre. No estuvo mal, pero notamos algo que se repetiría una y otra vez en esta zona súper turística de Venecia: los restaurantes, siendo por lo general costosos, no son gran cosa. Y miren que lo intentamos: nos metimos hasta en sitios “famosos” y tuvimos que esperar hasta media hora para poder comer.
Por lo tanto, esta vez no les tendremos ninguna recomendación gastronómica adicional a que se coman un helado en alguna de las Gelatotecas Suso, un tiramisú en I Tre Mercanti -una linda tienda de delicatessen- y tomen café en cualquier lugar, pues como en toda Italia, siempre es muy bueno.
¿Qué hacer en Venecia en invierno?
Góndolas.
A Venecia se viene a caminar, ya que no hay transporte más allá de los taxis acuáticos y las góndolas. Por cierto, no tomamos ningún taxi pero sí hicimos el paseo en góndola. Otra de las ventajas de ir en temporada baja: pudimos regatear el precio.
No dejen de vivir esta experiencia única. Los gondoleros les van charlando durante el paseo mientras aprecian una vista distinta de la ciudad. Una recomendación sería que no tomen la góndola en el Grand Canal, es más entretenido en alguno de los canales pequeños.
Caminar por San Marco.
Insistimos: vengan preparados para caminar, tanto de día como de noche. Visitamos la Piazza San Marco, uno de los puntos más emblemáticos del lugar. Además de la Basílica y su Campanario (aparte), tendrán el Palacio Ducal (de cuya cárcel huyó alguna vez Giacomo Casanova), la Torre dell’Orologio y el Museo Correr.
Un poquito más alejado se encuentra el Palacio Contarini del Bovolo, del que destaca su escalera de caracol.
Para salir de San Marco tienen que cruzar el Grand Canal y lo pueden hacer, con estilo, en dos famosos puentes: el Ponte de Rialto para llegar a San Polo y el Ponte dell’Accademia, para ir al barrio universitario de Dorsoduro, hogar del museo Galerias dell’Academia y la muy fotografiada, siempre de lejos, Basilica Di San Giorgio Maggiore.
Estos son sólo puntos destacados; en realidad toda esta parte de la ciudad es una belleza. Sus canales, palacios, teatros (si pueden, vayan a ver algún concierto del veneciano Vivaldi), tiendas de diseñador y campos son dignos de admiración. Por cierto, los campos son el equivalente veneciano a las plazas.
Les recomendamos también pasear de día y de noche por estos lugares. La iluminación está hecha de tal manera que le da un toque teatral a la ciudad. Caminar por sus estrechas calles per se es toda una experiencia.
¿Qué hacer en Murano y Burano?
Hay más cosas para hacer en Venecia. Se pueden visitar más lugares en los demás distritos que conforman la ciudad, pero preferimos tomar un paseo en bote que nos llevó a las islas de Murano y Burano.
Murano.
La isla de Murano es famosa por las factorías de cristal que allí se encuentran. En el paseo incluyen pasar por una de ellas y ver cómo un artesano del vidrio elabora rápidamente una pieza con mucha destreza.
Después de esto tendrán un rato libre para caminar por la isla y ver las muchas tiendas de cristal que allí se encuentran. Caminamos hasta el Faro y nos regresamos.
Burano.
Luego fuimos a Burano con sus coloridas casas visibles desde lejos. Nos contaron que son de colores para que los antiguos pescadores pudieran visualizarlas entre la bruma. Cada familia tenía un color distinto, así llegaban más rápido luego de largos viajes de pesca.
Aquí les recomendamos caminar un poco más que en Murano. Es verdaderamente bonito el lugar, siempre con canales.
Comentarios finales sobre Venecia en Invierno.
Esta fue nuestra visita a Venecia en invierno. Fueron tres días de viaje en el que no incluimos visitas internas a museos o palacios pues le dimos prioridad a disfrutar la ciudad aprovechando que nos acompañó un clima frío sin lluvias.
Sin embargo, si volviéramos, nos gustaría visitar y disfrutar los demás distritos, en especial el animado San Polo y el alejado Cannaregio (aquí hay un barrio judío). Tal vez agregaríamos alguna de las otras islas que conforman la ciudad, como Lido y su playa, para acercarnos a la rutina de los venecianos.
Hasta la próxima.
Escrito por FUShoots y editado por LastMario.
Otros destinos turísticos en Europa:
Mercadillos Navideños Alemanes en Hamburgo y Bremen.
Visitando Alemania en tres días: Fráncfort del Meno, Heidelberg y la Selva Negra.
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