Fuimos de visita a Lourdes, Francia, en auto desde Madrid atravesando los Pirineos. Aprovechamos para visitar las dos ciudades más importantes de la comunidad autónoma española de Aragón: Zaragoza y Huesca. Esperamos que disfruten de esta experiencia turística.
Llegando a Zaragoza.
Podíamos hacer este viaje a Lourdes desde Madrid sin pernoctar en el camino, pero preferimos enriquecer un poco la experiencia agregando una parada en la ida y otra en la vuelta.
Seleccionamos Zaragoza, capital de Aragón, para la ida.
Después de poco más de tres horas en la autovía A2, incluyendo un alto para repostar combustible y cafeína, arribamos a nuestro destino intermedio. Nuestra primera parada fue el bonito Parque Grande de José Antonio Labordeta. Con más de 40 hectáreas de extensión, este parque urbano ofrece un sinfín de posibilidades para disfrutar al aire libre, bien sea solos o acompañados.
Nos encontrábamos en el Distrito Universidad, en donde, como pueden presumir, se encuentra la Universidad de Zaragoza y también el Estadio La Romareda, sede del principal equipo de fútbol de la ciudad, el Real Zaragoza.
Nos había llegado la hora de comer y lo hicimos cerca del parque, en Islantilla Zaragoza, un agradable lugar con unas ganadoras hamburguesas a buen precio. Los demás platos nos parecieron un poquito caros.
Con el auto aprovechamos para ir a otro sitio en los alrededores del centro de la ciudad, el Parque del Agua Luis Buñuel, ubicado junto a los espacios que sirvieron de recinto para la Expo 2008 Zaragoza, todo esto en la ribera del río Ebro.
El lugar está bien para ir a practicar deportes y probablemente en verano debe estar animado, pero hoy no lo estaba. Entre los edificios construidos para la Expo 2008 nos llamó la atención la Torre del Agua, una estructura de 76 metros de altura cuya forma asemeja una gota de agua y que en la actualidad está en desuso, lamentablemente.
Visitando el Casco Antiguo de Zaragoza.
Habíamos reservado un piso turístico en La Magdalena, Casco Antiguo de Zaragoza, y ya podíamos ir a hacer check in. Dejamos nuestras cosas, nos refrescamos y volvimos a salir, esta vez andando.
La ubicación resultó excelente para nuestros planes. Iniciamos el recorrido por la Iglesia de Santa María Magdalena, seguimos por el Arco del Deán, bordeamos la Catedral del Salvador – La Seo y llegamos a la Plaza de la Seo.
En esta plaza y sobre un llamativo piso de mármol, teníamos una bonita vista de los principales monumentos de la ciudad, como son la catedral, el Museo del Foro de Caesaraugusta (que alberga restos del asentamiento romano que dio origen a la ciudad), el Museo Alma Mater, el Arzobispado de Zaragoza y la Sala de Exposiciones La Lonja.
Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
Caminamos un poco más y pasamos por un lado del Ayuntamiento de Zaragoza. Ya estábamos en la Plaza de Nuestra Señora del Pilar y ante el principal atractivo de la ciudad, la Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
La catedral es un lugar visitado por cientos de miles de peregrinos cada año. Edificada también a orillas del río Ebro, se puede ver desde las afueras de la ciudad.
Entramos (es gratis), le dimos una vuelta y vimos a La Pilarica, como cariñosamente se le dice a la Virgen del Pilar. También observamos con curiosidad un par de bombas sin detonar que cayeron sobre la catedral durante la Guerra Civil Española y algunos frescos que dejó el gran pintor Francisco de Goya.
Nos llamó la atención la gran cantidad de turistas asiáticos en este templo religioso mariano. No se pierdan la vista desde el Puente de Piedra, sobre todo al atardecer.
Casco Antiguo de Zaragoza de noche.
Terminamos por aquí y nos acercamos a las Murallas Romanas al final de la plaza. Allí nos sentamos un rato mientras llegaban unos amigos que viven precisamente en Zaragoza.
Compartimos un rato con ellos, picamos algo y caminamos por la animada calle de Alfonso I. También pasamos por El Tubo, la zona de más marcha de la ciudad, y llegamos hasta la Plaza España.
Los transeúntes habían cambiado: se veían menos turistas y más maños (así se le dice a la gente de Zaragoza) buscando algo para beber o comer.
Nos despedimos y fuimos a descansar. Mañana nos esperaba más carretera.
Saliendo de Zaragoza rumbo a los Pirineos.
Nos levantamos temprano, arreglamos nuestro equipaje y dejamos nuestro alojamiento.
Fuimos a desayunar al Bar Puerta de Hierro, ya que teníamos el auto aparcado cerca de allí. Comimos unas típicas tostas que estaban decentes y a buen precio.
Pusimos el GPS y teníamos básicamente dos opciones para cruzar a Francia: “Canfranc – Candachú” o “Formigal – Portalet d’Aneu”. Tomamos la primera vía, dejando la segunda para el regreso. Nos esperaban casi 4 horas de camino.
Cruzando los Pirineos.
Usando esta vía se puede pasar por Canfranc-Estación. Allí podrán ver la magnífica estación de tren reconvertida en Hotel. Nosotros no lo hicimos porque ya habíamos visitado esta zona en el verano de 2022, así que tomamos un camino más rápido que incluye el largo túnel de Somport (8,6 kms.)
Desde hace rato estábamos en los Pirineos, la cordillera que separa a España de Francia. Al salir del túnel ya estábamos en el país galo.
Seguimos un buen trecho hacia el norte y cruzamos hacia el este en Escot, con dirección a Lourdes. Nos encontramos con una carretera angosta y sinuosa a través de un bosque, un paisaje muy bonito.
Comiendo en Arudy, Francia.
Se estaba acercando la hora de comer y no había mucho para escoger por el camino. En el pueblo de Arudy, a mitad de recorrido, parecía haber algo.
El primer lugar al que fuimos era un sitio de venta sólo para llevar; básicamente se trataba de una máquina expendedora de platillos hechos en un parking. Curiosa e interesante idea que por un instante nos puso a pensar, pero que descartamos por parecernos un asunto un poco incómodo.
Seguimos buscando y encontramos una sandwichería llamada La Tanière. Excelente opción, con una oferta de sándwiches y ensaladas de buena calidad a excelente precio y con una amable atención.
Volvimos a tomar la carretera y ya no nos faltaba mucho -poco menos de una hora- para arribar a nuestro destino más lejano, Lourdes.
Lourdes, Francia.
Llegamos finalmente a Lourdes. Buscamos nuestro hotel, estacionamos el auto, hicimos check-in y fuimos de una vez a visitar el Santuario de Lourdes.
El entorno del lugar es muy bonito, con el río Ousse como protagonista. Aquí esperen encontrar peregrinos de todas partes del mundo. Pueden llevar agua del lugar, así que si son creyentes cuenten con algún envase para transportarla. Todo lo que vimos era de acceso gratuito.
Después de tal vez un par de horas en el santuario y un paseo por el pueblo que está totalmente abocado al mismo con múltiples cafeterías, hoteles y negocios de ventas de souvenirs, nos dimos cuenta de que ya estábamos listos por aquí. Si van, consideren hacer la visita e irse, ya que no tiene mayor interés pasar la noche aquí.
Cenamos pizza en Casa Italia, no estuvo mal por el precio. Dimos una vuelta para bajar la cena y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente nos fuimos de este lugar haciendo una parada en la Boulangerie des Pyrénées, pues no nos podíamos despedir de Francia sin pasar antes por una panadería. Allí desayunamos, y fueron muy amables ante nuestras limitaciones con el idioma.
De regreso a España por los Pirineos.
Ya de regreso hacia España tomamos la otra vía, la que nos llevaría a través de la famosa estación de esquí de Formigal.
Quisimos ponerle un poco de emoción al recorrido, así que en lugar de tomar la carretera más directa hicimos un desvío para pasar por el Col d’Aubisque (1.709 m.s.n.m.), un exigente puerto de montaña del Tour de France.
Tuvimos que circular por otra angosta y sinuosa vía en pleno Pirineo Francés y en cuyas laderas aún quedaban restos de hielo al alcance de la mano, neblina, algo de lluvia y paisajes impresionantes. Eso sí, no vayan con apuro porque hay que circular lentamente.
Ya del lado de España nos encontrábamos en el Valle del Tena (en este artículo de 2022 les contamos nuestra experiencia en este lugar).
Nos detuvimos en Sabiñánigo (Provincia de Huesca) para comer. Pedimos platos combinados en el Restaurante Mi Casa que no estuvieron nada mal por su precio, ya que esta zona suele ser más cara de lo que uno espera en España.
Arguis, Huesca.
En este retorno evitamos quedarnos en Zaragoza para poder explorar otro lugar, así que elegimos un sitio cerca de la ciudad de Huesca, específicamente el pueblo de Arguis, perteneciente a la comarca de la Hoya de Huesca.
Nos hospedamos en Casa Bergua, que no fue económico pero bien valió la pena.
El pueblo es muy tranquilo y pintoresco. Del mismo nos llamaron la atención su iglesia, el lavadero y sus bonitas casas de piedra. También cuenta con un popular embalse muy cercano y diversas rutas de senderismo.
En nuestro hospedaje nos preparamos la cena esa noche y el desayuno a la mañana siguiente, pero antes de ello visitamos Huesca.
Huesca, España.
Huesca, capital de la provincia homónima perteneciente a Aragón, es una de las capitales de provincia más pequeñas de España.
Apreciamos algo de arte urbano que nos resultó llamativo; fíjense cuando caminen entre la Catedral de Huesca y el Monasterio de San Pedro el Viejo.
También caminamos por las calles Coso Alto y Bajo, en donde se concentra la mayoría de la actividad comercial.
Entramos al Museo de Huesca. De acceso gratuito, podrán ver cronológicamente la historia de esta zona de España desde la prehistoria. También contiene interesantes obras de arte y cuenta con la Sala de la Campana de Huesca, que dio origen a una interesante leyenda.
Comentarios finales sobre Lourdes, Pirineos, Zaragoza y Huesca.
Así fue nuestra visita a Lourdes desde Madrid en auto. Aprovechamos para detenernos en Zaragoza y Huesca, y de paso disfrutamos de los bonitos paisajes que brindan los Pirineos. Si sólo les interesa visitar Lourdes, no duden en hacer el viaje directo y ahorrarse la pernocta allá.
Hasta la próxima.
Escrito por FUShoots y editado por LastMario.
Otros destinos turísticos en Europa:
Un fin de semana de primavera en París.
Visitando Alemania en dos días: Dusseldorf y Colonia.
Visitando Venecia en Invierno.