bryan adams madrid 2022

Crónica Bryan Adams Madrid 2022

Después de dos largos años pandémicos volvimos a disfrutar de música en vivo. En este retorno presenciamos al canadiense más universal, Bryan Adams, en el WiZink Center en Madrid, España.

Mucha agua ha corrido desde la última vez que fuimos a un concierto. Eso fue el 22 de febrero de 2020 en Bogotá, Colombia, en el Día de Rock. Llegó la pandemia del COVID-19, nos contagiamos, nos mudamos de país y ahora estamos aquí para seguir haciendo una de las cosas que más nos gusta: ver conciertos en vivo.

Este pasado 1 de febrero de 2022 se presentó el eterno Bryan Adams por enésima vez en Madrid, en lo que sería apenas la segunda noche -luego de pasar por Lisboa- de su Tour Europa 2022.

Esta es la segunda vez que le vemos. La primera fue en Helsingør, Dinamarca en junio de 2017, aunque no se si considerar aquello como una vez válida: asistimos desde una loma, a lo lejos, sin pagar y nos perdimos más o menos la mitad del show.

Llegamos con suficiente antelación al Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, ahora conocido como WiZink Center por razones de patrocinio y hogar del Real Madrid de baloncesto.

El recinto estaba flanqueado por los autobuses y camiones que dan soporte al aparataje de la gira. Bullía la gente en los bares de alrededor. La pandemia parece, por ahora, convertirse en historia (triste).

Entramos casi una hora antes y nos sentamos en una de las gradas. Pudimos apreciar cómo el lugar se fue llenando, no sin extrañarnos al ver la arena llena de sillas, algo que Bryan en algún momento del show resaltó con sorna.

La cortina musical, un recorrido de alta factura por la historia del pop, logró que el tiempo pasara rápido mientras veíamos en el fondo de la tarima un video con el destartalado coche blanco que aparece en la portada del que será el próximo álbum del artista: So Happy It Hurts, a ser lanzado en marzo y que ya cuenta con algunos sencillos circulando desde el año pasado.

Apenas quedaron unos claros en las partes más altas del recinto cuando quince minutos pasadas las 9:00 p.m. apagaron las luces.

Así empezaron poco más de dos horas de música, buena música, sin mayores pretensiones. Así es lo que ha hecho Bryan Adams toda la vida: canciones sencillas con letras fáciles de recordar y mucho rock and roll.

El inicio del concierto de Bryan Adams

Arrancaron con una de las piezas de ese nuevo álbum, Kick Ass; excelente nombre para empezar un concierto. Si alguien tenía dudas sobre el estado de la voz de Bryan, ya que 62 años no pasan en vano, estas se disiparon totalmente. Estaba allí, potente y cuidada como él, confeso vegano desde mediados de los 80s.

Sin esperar mucho empezaron a sonar los éxitos que tanto esperábamos: Can’t Stop This Thing We Started y Run To You fueron los primeros en fluir.

Bryan saludó y habló, lo que pudo, en español a su público de Madrid. En algún momento se excusó con un “I’m Canadian” (“Soy canadiense”) y remató con el grito de guerra: «Pan con tomate». No sabíamos si reír o qué.

Después de Shine A Light siguieron con la poderosa balada Heaven -una de las más coreadas de la velada- y Go Down Rockin’. De vez en cuando se escuchaba el cántico preferido de los españoles: «olé, olé, olé» en honor al buen espectáculo que se estaba presenciando.

Con el próximo, ya serán 15 los trabajos publicados por Adams. Nada mal para una carrera que ya está llegando a los 42 años y unos 100 millones de álbumes vendidos.

Continuaron con It’s Only Love, el dúo que haría en su momento con Tina Turner, y que por cierto no pudieron tocar en la inducción al Salón de la Fama del Rock‘N’Roll de la diva por el positivo de Bryan por COVID-19.

Mientras sonaba Have You Ever Really Loved A Woman? proyectaron el video de la canción. Recordemos que formó parte del soundtrack de la película Don Juan de Marco, y al final se dio un recordatorio para Paco de Lucía, el excelso guitarrista español ya fallecido que participó en la elaboración de la canción y el video. El público dedicó un especial aplauso por el detalle.

Bryan tocó, acústicamente, Here I Am del soundtrack de la película Spirit: Stallion Of The Cimarron y When You’re Gone, canción que contaría con la participación de la Spice Girl Melanie C en su grabación.

La noche siguió avanzando.

Siguieron con la bella (Everything I Do) I Do It For You, mientras las parejas en el lugar se la dedicaban mutuamente; Back to You (del MTV Unplugged) y The Only Thing That Looks Good On Me Is You, de aquella época en los 90s en la que intentó reinventarse.

Todo avanzaba a la perfección: sonido, iluminación, público entregado y músicos cumpliendo a la perfección el plan de entretenimiento de la noche. Hasta la cerveza estaba en el punto exacto de temperatura exigida en Madrid.

Acompañaron a Bryan: en la guitarra -de toda la vida- Keith Scott; Gary Breit en los teclados (desde hace unos 20 años); el bajista Solomon Walker (desde hace unos 4 años) y en la batería Pat Steward, un viejo conocido de la casa con el que Bryan grabó el imprescindible Reckless en 1984 y quien suele alternar el puesto con Mickey Curry.

A pesar de la sencillez rock’n’rollera de la que les hablé al principio, no se dejen engañar; estos músicos han tocado con lo más granado de la escena musical mundial. Incluso, en la escritura y producción de su último álbum, así como varios anteriores, encontramos a la leyenda Robert John «Mutt» Lange. Si no le conocen, les invito a echarle un vistazo a su curriculum.  

Escuchamos I’m Ready y 18 Til I Die -algo que parece haberse tomado en serio Bryan- para darle entrada a una de mis canciones favoritas de este artista, y de cualquier otro: Summer Of ’69. La cantamos y saltamos, junto a los demás, de principio a fin.

Vendrían tres canciones solicitadas por gente seleccionada entre el público: Let’s Make A Night to Remember, House Arrest y Somebody. Siguieron con la bella Please Forgive Me, grabada para el compilatorio So Far So Good, o como le llamábamos mis colegas a principios de los 90s: el disco del caucho (llanta, neumático). Aquí pueden ver el por qué.

Llegando al final del concierto de Bryan Adams en Madrid

Cerraron antes del encore con Cuts Like A Knife. Luego del obligatorio pedido de “otra, otra” volvieron para tocar, del último álbum, So Happy It Hurts, en cuyo video Bryan aparece con una señora que no es otra que su madre.

Para las dos últimas canciones volveríamos a tener a Bryan solo con su guitarra: Straight From The Heart y All For Love, del trío que formó junto a Rod Stewart y Sting para Los Tres Mosqueteros. Sería lo último de la noche.

Esta vuelta a los escenarios resultó para nosotros incluso mejor de lo esperado. Muchos artistas se empeñan en alargar carreras acabadas, Bryan Adams no es el caso. Mantiene la vitalidad y calidad que se necesitan para complacer hasta al más exigente.

Gracias por leer la reseña de este concierto. Hasta la próxima.

Escrito por FUShoots. Edición de texto por Lastmario.

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