Tuvimos la oportunidad de escaparnos un par de días a Gran Canaria, una de las ocho islas Canarias, para visitar por primera vez este destino turístico tan popular entre los europeos.
Gran Canaria es la segunda isla en cantidad de habitantes y tercera en extensión de este archipiélago de origen volcánico ubicado muy cerca de la costa occidental de África.
Cuenta con ciudades como su capital Las Palmas (la más poblada de Canarias y novena de España) y Telde; además de otros interesantes municipios como el turístico Maspalomas, el bello Puerto Mogán y Agaete.
La diversidad de climas y de paisajes -tanto naturales como urbanos- es una de las características a destacar de la isla. Además de su capital densamente poblada, resaltan sus cumbres, entre ellas el Morro de la Agujereada (1956 msnm); dunas, como las de Maspalomas; playas como la del Inglés y zonas agrícolas como el Valle de Agaete.
Llegando a Gran Canaria
El viernes en la tarde tomamos un vuelo en el Aeropuerto de Barajas, Madrid. Luego de dos horas y media aterrizamos en el bonito -y sorpresivamente amplio- Aeropuerto de Gran Canaria. Carteles informativos en español, inglés y alemán nos anunciaban la notable presencia de teutones en la isla.
Recogimos el coche de alquiler que nos esperaba (no dejen de alquilar coche, es la mejor opción para moverse dentro de la isla) y tomamos rumbo a la ciudad de Las Palmas (el aeropuerto se encuentra a unos veinte minutos de la ciudad). Lo primero que nos llamó la atención fue el precio de la gasolina, el más barato de España.
Nos dirigimos al hotel que reservamos en la zona de La Isleta. Aparcamos el coche en un parking (es complicado hacerlo en la calle), hicimos check-in y salimos a cenar.
Nos acercamos al Mercado del Puerto, uno de los mercados típicos españoles reconvertidos en centros gastronómicos. Cenamos en La Pasarela del Mercado. La comida es decente y está a muy buen precio. Así cerramos nuestra primera noche.
De paseo por Gran Canaria.
Después del atracón nocturno nos despertamos sin hambre, así que salimos raudos rumbo a nuestra improvisada ruta del día.
Montañas de Gran Canaria.
Cogimos el coche y nos dirigimos a las montañas del centro de la isla. Después de conducir un buen rato por la sinuosa pero bien mantenida vía llegamos al Mirador del Pico de los Pozos de las Nieves. Desde allí, a casi 2.000 msnm, se tiene una buena panorámica de esta zona declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Empezamos a descender, esta vez por otro lado, pasando por la Caldera de Los Marteles, un curioso hundimiento en el terreno ocasionado por antigua actividad volcánica. Allí también tienen otro interesante mirador.
Llegamos al municipio de Telde (el segundo más poblado de la isla) para, ahora sí, desayunar. Lo hicimos en La Canela. Allí comimos pulguitas, unos mini bocadillos con una amplia gama de rellenos para escoger. Nos atendieron muy bien.
Maspalomas.
Reiniciamos nuestro paseo con Maspalomas como destino, uno de los lugares más turísticos de la isla. Allí nos encontramos con la espectacular Reserva Natural Especial de Las Dunas de Maspalomas, un mini desierto de 404 hectáreas a la orilla del mar. No dejen de ir. También hay paseos en camello.
Por allí también encontrarán las famosas playas del Inglés, las Meloneras y Maspalomas, además de parques de atracciones, campos de golf, grandes hoteles, urbanizaciones, en fin, todo un polo de desarrollo enfocado en el turista extranjero.
Puerto Mogán.
Arrancamos nuevamente el coche y fuimos al bonito Puerto de Mogán. Pequeño, pero con una interesante variedad de restaurantes y tiendas, presume de una bella playa.
Su casco antiguo, a la falda de la montaña, está lleno de viviendas reconvertidas al uso turístico. Por cierto, deben atravesarlo para llegar al mirador, la vista bien vale el esfuerzo de los 257 escalones que nos separan de él.
Almorzamos, sin pena ni gloria, en uno de los establecimientos al frente de la playa. Los precios fueron altos para el estándar de la isla, y la calidad no estuvo a la altura. Ya un poco cansados, retornamos a nuestro hotel para refrescarnos y descansar un poco. Aún nos quedaba tela por cortar en este día.
Vegueta y Triana, Las Palmas de Gran Canaria.
Dejamos para la noche la visita a los históricos barrios de Vegueta y Triana, un viaje a los orígenes de la isla.
Al caminar por estas calles recordamos los cascos antiguos de algunas ciudades americanas como Cartagena de Indias y Panamá. Cabe destacar que las islas Canarias fueron conquistadas por los españoles pocos años antes del descubrimiento de América, de allí las similitudes arquitectónicas.
Hablando de esto, el acento del gran canario es muy caribeño. Se podría decir que tiene cierto parecido al cubano.
Vegueta y Triana cuentan con un gran patrimonio compuesto por una buena cantidad de edificios de importancia como la Casa de Colón, la Catedral Metropolitana de Santa Ana de Canarias, el Museo Canario y el Teatro Pérez Galdós (en honor al dramaturgo nacido en esta ciudad), entre otros.
Por aquí paseamos y cenamos. Encontrarán restaurantes y bares para todos los gustos, incluyendo al Mercado de Vegueta. Recomendamos reservar, ya que los teóricamente mejores sitios son bastante concurridos. Así terminamos nuestra segunda y última noche en la isla.
Playa de Las Canteras.
Nos levantamos temprano y nos dirigimos, esta vez a pie, a desayunar. Lo hicimos muy cerca de la playa de las Canteras, la más importante de Las Palmas de Gran Canaria.
Aprovechamos para caminar a la orilla de esta larga playa y echarnos un rato en la arena a escuchar las olas del mar y reflexionar sobre quien sabe qué.
Aprovechamos para visitar el Auditorio Alfredo Kraus (en honor al tenor nacido en estas tierras). Su arquitectura es bastante peculiar. Si se fijan en el piso del frente, verán las huellas de algunas estrellas de cine hundidas en la acera.
Después nos comimos un helado, algo casi obligatorio en esta isla de buen clima todo el año.
Agaete y Los Berrazales.
El día avanzaba, tomamos camino hacia Agaete y luego a Los Berrazales y el Lomo de San Pedro. Allí paseamos un rato con el coche por esta zona agrícola en donde se cosecha café (sí, el único en territorio europeo). La vía es bastante estrecha, tomen sus precauciones.
Regresamos a Agaete y seguimos de largo con dirección a la costa. Nos estacionamos y bajamos para caminar por el Puerto de las Nieves y su playa. Almorzamos a la orilla del mar y nos fuimos.
Hasta pronto, Gran Canarias.
Aún nos quedaba algo de tiempo y pasamos por El Bufadero. Supuestamente en algún momento, veríamos bufar agua de un agujero en la orilla del mar. No teníamos la paciencia necesaria para esperar que esto sucediera así que nos fuimos. No vale la pena acercarse aquí a menos que les sobre el tiempo antes de irse de la isla (está cerca del aeropuerto).
Tomamos un café en el McDonald’s más cercano y recibimos un trato que teníamos años sin recibir en esta cadena de restaurantes. Felicitaciones 😊.
Con esta simple pero agradable experiencia nos despedimos de la isla. Recordaremos el trato amable de su gente, el buen clima, la variedad de paisajes, la gran cantidad de alemanes paseando y la gasolina más barata de España.
Escrito por FUShoots. Edición de texto por Lastmario.
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