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Semana Santa en Albacete, Hellín y Alcalá del Júcar.

Pasamos unos días de Semana Santa 2023 en la provincia de Albacete en Castilla – La Mancha. Aprovechamos para conocer la capital, Albacete, apreciar una de las celebraciones de Semana Santa más famosas, las de Hellín, y visitar uno de los pueblos más bonitos de España, Alcalá del Júcar. Esperamos que disfruten de nuestra experiencia.

Visitando Albacete por primera vez.

Se nos vino la Semana Santa 2023 encima y no teníamos nada planificado. Faltando unos días nos pusimos a investigar adónde podíamos ir unos tres días sin gastar mucho, y que fuera interesante. Estando en España no es complicado cumplir estos requisitos gracias a la variada oferta turística que ofrece este país.

Algunas opciones más populares estaban extremadamente costosas, así que apuntamos a Albacete. No conocíamos esta ciudad y encontramos hotel allí a un módico precio. También su cercanía a Madrid, a sólo 2:30 horas en auto, la convirtieron en nuestro objetivo para descansar y pasear en estos días.  

Salimos el Jueves Santo en dirección a la A-3 (la autopista a Valencia) y el GPS nos desvió a vías secundarias antes de lo previsto. Supusimos en aquel momento que el tráfico hacia la playa estaba muy pesado.  Por nosotros estuvo bien, no teníamos apuro y disfrutamos de un paisaje más agradable.

Llegamos pasado el mediodía a Albacete. Guardamos el auto e hicimos check-in en el hotel, uno bastante cercano al centro y de fácil acceso en auto, tras lo cual salimos a caminar en busca de comida.

Después de fracasar en varios lugares que teníamos apuntados, nos decían que ya la cocina había cerrado. Estábamos a punto de sucumbir a la comida rápida cuando afortunadamente conseguimos un sitio que sí nos recibió. Decimos afortunadamente porque allí disfrutamos la mejor comida del viaje. Fue en Don Gil Restaurante, uno de esos lugares de tradición en la ciudad que incluso aparece en la guía Michelín como restaurante Bib Gourmand (mejor relación precio/calidad). En fin, no se lo pierdan.

Con la barriguita llena -y el corazón contento- fuimos a pasear un rato. Pasamos por la bonita Plaza de la Catedral, en donde se encuentran el Ayuntamiento de Albacete y el Museo Municipal de la Cuchillería. Cabe destacar que Albacete tiene tradición en la elaboración de cuchillos desde el siglo XVI.

Seguimos a la Plaza del Altozano en la que destacan varias esculturas, entre ellas la de Albacete a sus Cuchilleros, la de José Luis Cuerda y la Esfinge de Balazote. En el entorno de la plaza están el magnífico edificio del Gran Hotel y la Filmoteca Albacete.

Caminamos un poco más y llegamos al que es probablemente el lugar más famoso de Albacete, el Pasaje de Lodares. Se trata de una espectacular galería comercial al estilo italiano que se construyó hace casi 100 años. Aquí seguro se divertirán tomando fotos.

Luego visitamos el Parque Abelardo Sánchez, el más grande de la ciudad cubriendo unas 12 hectáreas. Allí encontramos un templete de música y el Museo de Albacete.

Regresamos en dirección a la magnífica Catedral de San Juan Bautista y estuvimos un rato viendo el final de algunas de las múltiples procesiones que ese día llevaban a cabo las distintas cofradías de la ciudad.

Para la cena fuimos a otro interesante lugar, la Taberna Motivos. Este es un lugar más moderno en el que se atreven con algunas recetas de vanguardia empleando producto tradicional. Todo lo que tiene queso en esta ciudad está espectacular: recordemos que de Castilla – La Mancha es el queso manchego, entre otros.

El bello Alcalá del Júcar, Albacete.

Al día siguiente nos levantamos y fuimos por desayuno. Siendo Viernes Santo no teníamos todas las opciones disponibles, sin embargo, uno de estos cafés de barrio de toda la vida estaba abierto, el Café Central. Sin bombos ni platillos nos sirvieron algo rico, a precio ajustado y bien atendidos.

Fuimos por nuestro auto y tomamos carretera para visitar la provincia. Se nos ocurrió conducir hasta Fuentealbilla, célebre por ser el lugar de nacimiento del futbolista Andrés Iniesta.

Sin mayor cosa que ver allí y por casualidades de la vida, encontramos en los mapas un lugar que prometía ser interesante y que sólo estaba a 20 minutos. Así fue como dimos con Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más bonitos de España.

Al aproximarse a este lugar la carretera ofrece unas vistas espectaculares. Por el abundante tráfico también nos dimos cuenta de que el lugar es bastante popular y visitado.

“Alcalá del Júcar se encuentra en un entorno excepcional, sobre una colina debajo de la cual encontramos la garganta formada por el río Júcar. Calles estrechas y empinadas bordeadas de casas bien conservadas se arrastran hacia el castillo, desde el que podemos tener espléndidas vistas panorámicas del desfiladero. La fortaleza es de origen árabe, reconstruida en tiempos cristianos.” Spain.info

Además del castillo, Alcalá del Júcar cuenta con un bonito puente romano, una plaza de toros, se ofrecen paseos por el río Júcar y un curioso lugar llamado Cuevas del Diablo que no deberían dejar de visitar. Con la entrada de apenas 3,5 euros les dan una bebida. Tal vez tengan la oportunidad como nosotros de conseguirse con el diablo. No se asusten, diablo es el apodo del dueño de este lugar, uno de esos pintorescos personajes que uno se puede conseguir en España y que se ha vuelto en una celebridad del pueblo. Aquí tienen más información sobre el sitio.

Regresamos a Albacete; comimos y dormimos la siesta, descansando para la noche.

Semana Santa en Hellín.

Ya de noche tomamos nuevamente carretera, esta vez en dirección a Hellín (proveniente del romano Ilunum), el segundo municipio más grande de la provincia, sólo detrás de Albacete.

Hellín es conocido por su Semana Santa, declarada en 1980 de Interés Turístico Nacional de España. La particularidad de la festividad religiosa en este lugar son los eventos con tamborileros que reúnen a personas de todas las edades y de todo el país en este lugar, por miles, para tocar los redoblantes durante ciertos momentos de cada día. Imaginen 20.000 personas al mismo tiempo retumbando en las calles de esta ciudad de 30.000 habitantes.

Cuando llegamos de noche a Hellín estaban terminando las procesiones del día y empezaban a aparecer los tamborileros. Estuvimos un buen rato observando cómo caminaban por las estrechas calles de este pueblo en cuyas edificaciones se ven reflejadas las culturas árabe, cristiana y hebrea.

En teoría este evento empezaba a la medianoche y seguía en la mañana del viernes, pero a esta hora apenas se veían músicos en la calle. La recomendación es que vengan el viernes muy temprano o se queden a pasar la noche del jueves en el pueblo, como muchos hacen, bebida en mano.

Hasta pronto, Albacete, Hellín y Alcalá del Júcar.

Luego de nuestra última noche en Albacete nos levantamos sin mucho apuro y nos preparamos para salir.

Caminamos las agradables calles de esta ciudad buscando algo para desayunar y verlas por última vez en este viaje.

Salimos de la ciudad ya en dirección de vuelta a casa, pero nos quedaba una última parada en La Roda, Miguelitos Ruiz: una fábrica de miguelitos, dulce típico de esta ciudad hecho de hojaldre y relleno de crema pastelera, del que también hay algunas variantes.  

Así nos despedimos de la provincia de Albacete, con su capital, Alcalá del Júcar y Hellín como protagonistas de este corto, pero interesante y agradable paseo que no está en la agenda de viajes de todos y que cuenta con atractivos suficientes para un turismo tranquilo y alejado de las masas.

Hasta la próxima.

Escrito por FUShoots y editado por LastMario.

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4 Respuestas a “Semana Santa en Albacete, Hellín y Alcalá del Júcar.”

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